viernes, mayo 16, 2008

¿Razonamiento creacionista?

A raíz del anterior post, me han llegado una serie de hate-mails (cosa que agradezco, siempre es divertido recrearse con la miseria humana ajena) con una repleta, si no completa, colección de apologías del cristianismo, exabruptos contra la evolución, amenazas de ignición espontánea ad perpetuam en el averno, promesas de increíbles manifestaciones de felicidad si renuncio al uso de mi cerebro y acepto a Jeebus, (similares a las que experimentan algunos drogadictos con cualquier droga barata) y un innumerable etcétera que me hace, no obstante la diversión, extrañar la condición humana en los últimos correos que suelen llegarme.

Parte de esos correos provienen de usuarios de una página (a la cual no pondré link, no soy tratante de estupefacientes, pero si insisten busquen “Sujetos a la roca”), y habría que ver la cantidad de “amor” que derrocha un autor en particular de esos correos, que seguramente se sentirá alumno destacado del dueño de la bitácora mencionada. En este blog, donde expone sus vahídos emocionales un creyente de tantos, podemos leer barbaridades y sin sentidos tan absolutos que competirían en aberración con Idi Amim Dada en bermudas alimentándose de la carne de babuinos albinos. En un post incluso afirma que el mandamiento de amarse los unos a los otros solo aplica cuando a quien se ama comparte la creencia específica de este individuo). Elitismo, integrismo, ignorancia y otras gracias que adornan a algunas personas definidas como tales solo por la apariencia antropomórfica. Y me pregunto: ¿donde está el amor de su dios particular? Queda claro para este retrógrada, que el amor de dios se limita a sus elegidos, a los que siguen al pie de la letra sus berrinches hasta el más mínimo detalle, a quien renuncia a pensar, a quien se somete sin reserva a una ideología denigrante, a quien odia a los demás por no compartir su particular delirio, a quien renuncia a cientos de años de conocimiento penosamente arrancado a la naturaleza en pos de una fantasía diseñada para mantener enajenada a la gente.

Me gustaría más pensar, que si existiese un dios, este habría integrado las características actuales del universo de manera tal que sus secretos no se revelen de una vez por todas al hombre, que la ciencia sea una disciplina que imprima carácter y enseñe a la humanidad a superar obstáculos poco a poco, como una escuela de madurez para la raza humana. Pero la visión que tienen algunos de estos papanatas mentales es todo lo contrario. Quieren un dios pequeño, que mantenga a la humanidad sumida en el oscurantismo, que el hombre se someta sin cuestionar a los dictados de sus autoridades, ciegos ante la evidencia, sordos ante la razón, mudos ante la injusticia, y que fuimos creados con el único fin de alimentar el ego descomunalmente grotesco de una divinidad desequilibrada por toda la eternidad, postrados ante un ser obsceno y narcisista con un complejo de inferioridad de proporciones épicas.

Otro de los clientes regulares de ese sitio, en el colmo de lo absurdo, exige evidencias que demuestren que la ciencia funciona, mientras que al mismo tiempo acepta sin rubor alguno las fantasías más imposibles del libro negro. Exigir pruebas que confirmen una proposición siempre ha sido una cosa recomendable. Es totalmente sano y delata a la persona inquisitiva, que no acepta una idea solo porque haya sido proferida por una autoridad en cualquier materia, pero hacerlo como una trampa dialéctica para obstruir un diálogo, para retrasar una solución o simplemente como muletilla para no tener que enfrentar la dura realidad es hipócrita y absurdo.

Los ataques a la evolución son incesantes, al grado que emula el integrismo más Al Qaediano. Se niega sistemáticamente esa realidad mientras que se acepta ciegamente la idea más imposible pues cuando se involucra a dios, todo es posible, cuando se invoca a la figura del padre invisible celestial toda discusión termina estrellándose en un muro de ladrillo, se evita la confrontación, se llega a un punto muerto. Tan muerto como la negra conciencia de quienes aceptan sin pestañear el asesinato de los “contrarios”, solo por el terrible pecado de creer en el “dios equivocado” o no creer. Torquemada estaría orgulloso de estos mamíferos.

Y en el colmo de la ironía, el dueño del blog lo acusa a uno de incurrir en numerosas contradicciones y falacias lógicas (¡BANG! Ahì va mi ironómetro. El muy cínico incluso insiste en que el ateo tiene su propia iglesia, o que el ateo añora una iglesia) Estoy seguro que en algún momento se enfrentó con alguien que le hizo saber que existía algo como falacia lógica, y ahora lo utiliza a su vez de manera indiscriminada sin saber ni siquiera de lo que se trata. Solo porque suena científico es que lo agrega a su vil discurso, pero es como el burro que tocó la flauta, solo que sin un sonido melódico, en su lugar, suenan los ladridos de los perros de presa inquisitorios de una burocracia sectaria todavía poderosa.

Su insistencia en repetir que el ateo añora una iglesia, y que su no creencia es su fe y religión resulta cómica y conmovedora, especialmente porque el ignaro no se ha dado cuenta que al darle ese tratamiento al ateismo intentando degradarlo, está de manera implícita aceptando de entrada que la idea de la religión en general es absurda. Que la fe es aceptar algo sin tener las pruebas, ciegamente. O sea, exactamente lo mismo que hacen ellos. En otras palabras. De alguna manera sabe que su propia fe está fundamentada en supocisiones, y considera a su vez que toda creencia, toda manifestación de fe debe estar a su vez también cimentada en otras tantas supocisiones, nunca certezas. De tal forma que en lugar de llamar simples mentiras a la posición atea sobre la no existencia de dios o de dioses, se limita a darle el mismo tratamiento a la postura atea, afirmando que la no existencia de dios también es objeto de fe. Tal y como la creencia en el mismo ser también depende de la misma fe, solo que en sentido contrario. Resta así, pues, a su propia posición como creyente, de toda veracidad y rebaja a su justo lugar su propia fe y creencia. Como un argumento armado en base a supocisiones. Tal y como es en realidad. Solo que el creyente que argumenta sobre la iglesia atea, o la fe en la no existencia en dios tratando de denigrar al ateo, pretende más bien ponerlo a su misma altura. ¡Sin percatarse de ello! Y eso es lo más irrisorio del asunto.

Últimamente, y en un alarde de honestidad sin parangón en la historia de la cristiandad, este señor Arturo, dueño del blog, ha optado por eliminar la mayoría de los posts que no ha podido contestar. Como en todos y cada uno de los casos en que se enfrenta a estas personas con la realidad, han optado por meter la cabeza en la arena y esperar que ésta no les alcance. Un par de personas me pregunta qué hago visitando aun ese blog, y les contesto: No lo sé, quizás sea mi calvario ;)

No tengo objeción alguna en aceptar que una persona observe una fe en un ser invisible, que le sirva de consuelo o sustento emocional ante los problemas de la vida. Después de todo, son ellos quienes se pierden de la vida. Pero de eso a intentar cambiar la realidad afirmando disparates, insistiendo que la ciencia esta errada y al mismo tiempo intentando usar un remedo grotesco de lo que entiende por ciencia, como cuando afirma que la segunda ley de la termodinámica contradice la evolución, y pretenda darse aires de superioridad solo por compartir con unos cuantos retrógrados más una locura que raya la esquizofrenia más crónica, hay un gran trecho de diferencia.

La única autoridad que acepto sin pestañar, es Authority, comic de Warren Ellis y Bryan Hitch y que tiene la virtud de no intentar hacernos creer que esa fantasía tiene bases en la realidad.

sábado, mayo 10, 2008

Expelled, no inteligence invested

De todos es conocido o por lo menos han escuchado últimamente sobre un documental reciente perpetrado por el movimiento creacionista norteamericano y presentado por Ben Stein, denominado “Expelled, no inteligente allowed” y por lo visto cumple a conciencia el slogan del susodicho título. Al parecer cualquier rastro de inteligencia tenía que ser expulsado del set cinematográfico antes y durante la filmación.

El documental no es más que una malísima pieza de propaganda creacionista encaminada a pintarles como víctimas de la malvada ciencia, la cual no quiere darle su “justo y merecido” lugar en el currículum científico a la “teoría” del Diseño Inteligente” Claro está que antes de ser denominada “teoría” debería cubrir con ciertos requisitos que le permitan ganarse el título de teoría primero que nada. Dado que han fallado miserablemente al respecto, no les queda de otra más que intentar ganar el favor del público haciéndose pasar por un movimiento intelectual rebelde que pretende desbancar el dogmatismo que priva en la estratificada atmósfera científica contemporánea como pretexto para estupidizar más a un pueblo que ya se encuentra muy cerca de dicho nicho gracias a la poca difusión cultural, la estigmatización de cualquier estudiante que intente sobresalir más en sus estudios que sus compañeros más mediocres del colegio, y la popularidad que tienen las figuras e ídolos del celuloide, musicales y hasta alguno que otro hampón.

La sociedad necesita profesionales preparados, que puedan afrontar los retos que la creciente explosión demográfica, crisis energética, calentamiento global y hambruna amenazan a generaciones venideras, no tan lejanas. Goddidit bajo ningún pretexto previene o prepara a la población para afrontar estos problemas. De hecho, el peligro que de esto se deriva garantizará una mortandad mayor cuando las crisis que se avecinan lleguen por fin. Por mucho rezo que se invierta para solucionar los problemas, estos no se arreglarán así.

Por eso es peligroso que patanes medievalistas cuyo único interés es perpetuar un Status Quo ideológico y que pretenden imponer ante los demás su bárbara religión (y no me refiero a la musulmana, sino a la cristiana, que también tiene mucha cola que le pisen) les sea permitido continuar vociferando y exponiendo su ignorancia al respecto sin enfrentarles todo gracias a una mal fundamentada “tolerancia” a las religiones o ideologías ajenas.

Ben Stein incluso ha caído en el ridículo al opinar que el darwinismo no puede explicar la gravitación universal, o la cosmología. El muy haragán mental seguramente piensa que darwinismo es una palabra de moda para denotar toda la ciencia, sin darse cuenta el soberano papanatas que Darwin solo se dedicó a los aspectos sobre la evolución de las especies y jamás tocó temas relacionados con el espacio, las tectónica de placas o la abiogénesis. Sin embargo, tan inmersos están en su mundo de fantasía, y tan amenazados se sienten ante el conocimiento real, el que nos afecta en la vida cotidiana, que estos creacionistas realizan esfuerzos en ocasiones más desesperados para que esa misma ciencia sea erradicada de nuestras vidas, y seguramente estarán soñando con una sociedad pretecnológica donde un sistema de castas entre nuevamente en vigor, y lo más avanzado que pueda utilizar como herramienta el hombre sea una yesca o una vara de madera para encender una fogata. En pocas palabras, quieren regresarnos a los tiempos en los que la Biblia© sea nuevamente la ley vigente. ¡Cuando fue inventada vamos pues!

En este grosero documental, se nos relata que Darwin es prácticamente responsable directo del holocausto durante la segunda guerra mundial, y que Hitler se vio influenciado por la idea darwinista de la supervivencia del más fuerte. Dicho sea de paso, Hitler también es mencionado como el supremo ateo, que gracias a su desdén por las ideas morales de la cristiandad persiguió y elimino millones de judíos. En otras palabras, si se es ateo, se es asesino en potencia. Esta idea ha sido y seguirá siendo utilizada por los apologetas cristianos para prevenir que más adeptos abandonen las filas y para que la figura del ateo sea aun más odiada. Sin embargo, y si se enteraran un poquito más, descubrirían horrorizados que Hitler era cristiano por su parte, y, ¡horror de horrores! En su cabeza de megalómano se sentía seguidor de Cristo e incluso se inventó alguno que otro pasaje bíblico para justificar sus múltiples asesinatos.

Bajo ese rubro, surgen nuevamente las condiciones adecuadas para que ahora los apologetas afirmen que Hitler no era buen cristiano, e incluso, una vez se les ha demostrado la filiación ideológica de Hitler, han respondido diciendo que es injusto juzgar a la cristiandad por las obras de un solo hombre. Vamos pues, que lo que sí es válido para acusar a un ateo, no lo es para acusar al cristiano. ¿En qué quedamos pues? Si van a utilizar un argumento absurdo, ¡deberán llevarlo a sus últimas consecuencias! Pero esta es solo una de las múltiples tácticas de esta clase de personas (algunos apologetas, no los cristianos en general) que se fundamentan en la mentira, el engaño y el cinismo para justificar sus delirios, y es que, mentir es pecado, pero al mismo tiempo, mentir es bueno, si se miente por Jesús. ¿No es así? 

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