lunes, julio 17, 2006

Curso de homeopatía gratuito para testarudos

Alguna persona, en uno de los tantos foros de discusión a los que acudo, planteaba la validez de la homeopatía como alternativa viable de tratamiento de muchas de las enfermedades. De un modo u otro se le ha comentado sobre las bases fundamentales de dicha práctica charlatana, la cual por una razón u otra defiende a capa y espada. Comenta en uno de sus mensajes:

Talvez la mala persepción que tiene algunos sobre la homeopatia se debe a que existen muchos que se hacen llamar homeopatas y no lo son.
Transcribo el siguiente texto de "Filosofia homeopatica" de J.T. Kent


Esto nos lleva ahora al párrafo 83, que emprende el estudio y el examen del paciente y las calificaciones necesarias para comprendr la imagen d ela enfermedad. Probablemente habris llegado ya a la conclusión de que un recetarista de la Escuela Antigua -se refiere a alopatas-, y quizá la mayoria de los que hoy en dia se llaman homeopatas, son incompetentes por compleot para examinar a un paciente, y por lo tanto lo son para examinar la homeopatia, y para atestiguar si hay en ella algo interesante o no. Tienen todos los elementos del fracaso y ninguno para el éxito. Es imposible comprobar la Homeopatia sin aprender la manera de presentar la imagen de la enfermedad ante los ojos de tal manera que sea posible elegir un remedio homeopatico. Seria la cosa mas natural para un medico alopata decir: "Voy a comprobar la Homeopatia: este paciente tiene vómitos, y yo le daré Ipecacuanha, porque produce vómitos". ¡¡El ha comprobado así la homeopatia, y no va bien!! Esta es la manera como se hacen generalmente las comprobaciones. Yo he conocido medicos que me han dicho que ellos habian comprobado la homeopatia, y les habia fallado: pero yo sé que no era la homeopatia, sino el medico, lo que habia fallado. Siempre que haya un fracaso, es del médico; no el de la Ley. Esta es sobre poco mas o menos la comprobacion que se hace hoy dia en esta ilustrada edad del mundo: ni tienen el conocimiento, ni el estado de la inteligencia para hacer una comprobacion. No saben lo que hay que observar, ni como hay que seleccionar el remedio. Si buscamos todos los medicamentos que producen vómitos, encontraremos una lista bastante larga; pero para emplear aquella lista la mente debe estar preparada para discernir cual sea el más similar a este paciente individual.

Ciertamente para ser homeopata, se necesita mas que un cursito. Por eso he hablado de escuelas que ofrecen la carrera de Medico Homeopata Cirujano y Partero. Como medico se debe tener un muy buen conocimiento del funcionamiento del cuerpo y eso se adquiere en las escuelas de medicina no en cursitos de homeopatia.

Lo que se cuestiona aquí, de un modo u otro (respuesta a su comentario) no es la buena o mala práxis de algunos médicos (o que se autodenominan médicos), sino la validez de la homeopatía "per se". A partir de los propios métodos que los mismos creadores de tal práctica han tratado de aportar.

A partir de estas tres bases fundamentales de la homeopatía, las cuales son groseramente absurdas.

Cualquier persona con tres dedos de frentes sabría entender la diferencia entre una y otra.

1.- El agua tiene memoria. Es capaz de recordar (usando recuerdos, no energía denominada memoria. "Memoria" [como facultad de recordar experiencias pasadas, almacenando información conceptual, del tipo de memoria sensorial, como receptáculo de información proveniente de diversos sentidos que absorben un definido estímulo y lo convierten en señales que se transmiten por diversos nervios, que llegan a convertirse en memoria operativa] (característica exclusiva de los organismos que poseén un sistema nervioso)

2.- Entre más se disuelve un componente activo, mayor será su efecto [lo cual contradice TODAS las leyes de la física. De acuerdo a lo que sabemos, entre más producto existe en un preparado, mayor será el efecto, cosa que de acuerdo a las creencias de los homeópatas sucede al contrario. Contradecir el sentido común, amén de las leyes físicas sea por ignorancia o por conveniencia deja mucho que desear de las buenas intenciones que pretenden conferirle a esa chorrada pseudocientífica. Si un preparado homeopático se salta esta ley, entonces no existe en nuestro universo, por lo tanto, se rumora que solo existe en las mentecillas de los homeópatas y de algunos pacientes ;)

3.- Ley de los similares, donde se busca atacar un síntoma con un preparado que es capaz de causar síntomas parecidos siguiendo el principio enunciado como similia similibus curantur («lo similar se cura con lo similar») [Esta es la ley más simpática de todas, la que arranca más sonrisas. El creador de esta ley, Samuel Hahnnemann, utilizó como medida de precisión SOLO UN individuo para derivar un resultado, el suyo. Estadísticamente eso tiene el mismo valor que preguntar a una sola persona sobre su favorito para ganar unas elecciones presidenciales y concluir a partir de su respuesta que ese es el candidato por el que todo el país votará. Más falta de seriedad y de sentido común es imposible de encontrar]

Nadie habla de que algunos médicos homeópatas sean malos o buenos. Nadie (Como personas, como médicos, tendrán que demostrar que conocen de medicina primero).

Y concluir, que porque algunos seguramente son malos homeópatas, los demás tienen que ser buenos es rayar en la creencia religiosa del tema. Es idealizar los resultados, si funciona, entonces es buena homeopátia. Si no funciona, entonces no es homeopatía. Eso raya el ridículo más abyecto. :P

Se cita como punto de referencia a instituciones como el IPN (Instituto Politécnico Nacional) como fuente donde se imparte la carrera de homeopatía, para declarar que se trata de una práctica científica avalada por las autoridades sanitarias y por el sector profesional. No obstante, todo médico homeópata tiene a su vez títulos como cirujanos parteros y demás. Y aquí viene el razonamiento obligado: Cuando se plantea el espinoso tema de las universidades que enseñan homeopatía. Por mi parte pregunto si la matrícula utilizada para ejercer la actividad de homeópata es la del colegio de médicos, o basta y sobra con la del "colegio de homeópatas", sin tener que estar matriculado en colegio alguno de médicos. Si la seriedad de la homeopatía se sustenta en utilizar una matrícula de otra actividad, los muchachos andan muy mal.

No obstante, y respondiendo a las necesidades de prestar una mayor servicio (que no mejor) ante una demanda desmedida por parte de una población mal educada en el pensamiento escéptico, algunas universidades ya están dando ya ciertas materias extra, sin valor oficial, (lástima) como son la carrera de homeopatía.

Le presta esto seriedad al asunto?

Considerando, que incluso hay lugares de estudio, como la universidad de Castilla La Mancha, que ha prestado el convento de San Pedro martir para la transmisión de un programa del nefasto Iker Jimenez (cuarto milenio, o tercer milenio) conocido en españa por su odio patente a la ciencia y al sentido común, y tomando a su vez en cuenta que un público ávido de maravillas, alternativas o simplemente mal informado (como nuestro inestimable Gibran) hacen que esta clase de prácticas pseudicientíficas medren a sus anchas, en un mundo que con justicia definía Sagan como un mundo donde se está regersando a las antiguas formas de superstición. No nos debe de extrañar que empiecen a considerarse estas prácticas como efectivas, reales y que cuentan con el consenso de las autoridades de la salud.

Tómese en cuenta, que hay universidades que incluso (aquí, en México, no recuerdo qué universidad) pretendían otorgar el master en lectura del Tarot. Así como lo lee usted!!! Algo sucede, que las disciplinas más magufas están empezando a presentarse en algunas casas que supuestamente deberían estar dedicadas al estudio serio, y en su lugar, quizás respondiendo a la presión de las preferencias de un pueblo agobiado por la realidad, empiezan a ceder terreno a la superstición.

Y la homeopatía no es la excepción, para desesperación de algunos.

Si uno está interesado en la ciencia, sabrá de antemano que las referencias anecdóticas no tienen nada de valor. Eso no se puede someter como prueba en cuanto al conocimiento científico. Un testimonio en asuntos de ciencia resulta, en la mayoría de los casos, solo una indicación de los posibles caminos por los que deberá ir la investigación. Pero para culminar esto, y como parte del método científico, se requiere de la experimentación. La comprobación, y la repetición.

¿Alguno de los "experimentos" realizados por los homeópatas son reproducibles bajo condiciones controladas por otros médicos?

No. No lo son, ni lo serán.

¿Acaso, son los médicos tan tontos como para no poder reproducir los experimentos realizados por los homeópatas?

Tampoco es el caso.

¿Poseen, o dicen poseer los homeópatas alguna habilidad metafísica o kármica, espiritual o de vibración molecular de la llama violeta o del "chi" para poder realizar ellos Y solo ellos sus preparados homeopáticos?

Aun no han caído tan bajo, aunque algunos aquí presentes parecen defender esa idea tan ingenua.

Porque a raíz de todo esto, suena como si esa cuasi cualidad del agua, manipulable y mensurable solo por los homeópatas, llamada memoria del agua, (o en un intento bastante infantil energía por alguien aquí) fuese parte de un mundo alterno, donde las energías metafísicas entran en juego. Donde los espíritus de la tierra y del agua confirieran esas propiedades a un compuesto de dos simples moléculas. Oxígeno, e Hidrógeno.

Moléculas, que juntas y por sí mismas, no presentan otra característica maravillosa que apagar la sed, hidratar y servir como fluido o solvente para la química orgánica.

Y hago la distinción, Orgánica, derivada del carbono, no de los cuerpos u organismos “organicos” valga la expresión.

En otras palabras, decir que los preparados homeopáticos funcionan mediante un esotérico proceso metafísico denominado “memoria del agua” y que solo los homeópatas pueden preparar, es proponer una nueva casta de sacerdotes: los homeópatas, los depositarios de la revelación de las propiedades de inteligencia, sentimientos y actividad elitista de un simple líquido.

Patético, ¿no es así?

En la defensa de este primer punto (después hablo sobre los otros dos puntos o características que defiende la homeopatía) algunas personas pretenden sorprender mencionando energías. Jamás aporta un gramo de conocimiento sobre esas energías. No es capaz de definirlas, o de explicar como funcionan. Solo se limita a decir “energías”. Y todo eso, dejando de lado por completo lo que los creadores de la homeopatía decían. Jamás se refirieron a un tipo de energía, solo hablaron, y algunos continúan hablando, de que el agua “recuerda” (cito verbatim) los compuestos que han sido disueltos en ella. Hablan de recuerdos, de una capacidad del agua de memorizar, de comprender y seleccionar qué compuestos son buenos para recordar, y qué compuestos son perniciosos, como los venenos y demás elementos disueltos en ella desde hace eones.

Eso, eso es esoterismo del más magufo. Eso es inventarse explicaciones que de todas maneras, no han podido demostrar en ningún lugar.

Después hablo sobre el desorden en líquidos cuando les es disuelto un preparado. (La persona que dijo eso, supongo que es de la divertida opinión de que el agua o cualqueior otro líquido presenta un "orden" en su estructura molecular. No se desesperen chavos! hay risas para rato! :D

martes, julio 04, 2006

De politica y futbol

Recientemente, dos temas han ocupado la vida política y “cultural” de la ciudadanía mexicana. El mundial de fútbol y las recientes elecciones. Dos temas ante los cuales cualquiera se siente con plena libertad de opinar pues es gratuito.

Sobre el mundial no diré mucho. Resultaría redundar en algo que como he declarado anteriormente, no poseo los elementos suficientes de juicio para emitir un comentario medianamente sustentado. A pesar de vivir en una sociedad donde el fútbol se siente y se ve como una segunda religión (algunos en su afán han incluso creado de la nada hasta santos y todo un panteón de seres insustanciales para ayudar a la selección nacional en su constante búsqueda de la tan ansiada copa del mundo), nunca me ha parecido un deporte por el cual me sienta inclinado para ver un fin de semana por televisor. Prefiero mil veces practicarlo, ese u otro tipo de actividad enérgica.

Como pudimos ver, tales santos, seres del ultramundo, extraterrestres o el grupo El Ron no lograron nada absolutamente. La selección mexicana no ganó el partido de octavos de final, (aunque debo admitir que fue un juego emocionantísimo) a pesar del “concurso” de tantos seres de luz, santos, muertos, extraterrestres y demás circo paranormal.

Y, como sucede en esos casos, al ver que no se pudo conseguir la copa por los propios medios, se adopta un nuevo favorito. Todo el mundo coreando los goles y la próxima copa mundial de los brasileños, ya nos permitirían sentirnos campeones en cierta forma, pues después de todo, ¡Brasil es el gran favorito! ¡Y son sudamericanos! (no tenemos nada que ver con los brasileños, amén de ese accidente insignificante de compartir el mismo continente).

Con respecto al grupo El Ron, solo lo mencioné de pasada pues estoy de buen humor, y las tonterías que tanto intentan hacer pasar por verdades me arrancan carcajadas de media hora. Gracias Sr. Velmont por provocarme tanta risa sin tener que pagar boleto! Siga por ese camino, y le auguro (sin necesidad de maestros ascendidos) un brillante futuro en el mundo de la comedia.

El mundial casi termina, y Brasil fue eliminado. ¿Qué le queda al fanático del balompié? Ver el mundial de cualquier forma, pues, ¡solo se da cada 4 años! Y hay que aprovechar por supuesto. ¿Quien ganará la copa? El mejor. No me cabe la menor duda.

Aunque habrá quien opine lo contrario, que ganará el que mejor apoyo espiritual o del inframundo obtuvo. Porque en gustos, nada hay escrito. Y hay quien aun gusta de escudarse de la decepción de una nueva copa mundial perdida en factores externos que nada tienen que ver con la realidad. De tal suerte que algunos (y los he escuchado de primera mano) declaran tajantemente que el santo niño del fútbol no quedó conforme con las ofrendas y víctima de un berrinche celestial no ayudó a nuestra selección para ganar el mundial.

Así como este caso, hay muchos otros, que van desde las cuartetas falsas de Nostradamus que vieron la luz como una broma y que agencias noticiosas supuestamente serias difundieron a los cuatro vientos como reales anunciando que España ganaría la copa del mundo, hasta nuevos casos de fantasmas, ovnis, chupacabras y todas sus variantes que de un modo u otro, parecen adolecer de las mismas necesidades que aquel quien clama haberles visto. De tal suerte, no me extrañaría ver de repente una foto de un fantasma portando orgulloso el blasón de la selección de Alemania, o un chupacabras que hará de las suyas en las pampas argentinas, como venganza por haber eliminado a México, etc.

La política, por otro lado, tiene también mucha cola que le pisen.

Desde hace tiempo, se perfilaba un candidato con todas las de ganar. La sociedad parecía estar de su lado. Había logrado cierta indestructibilidad que parecía impermeable al ataque de sus contrincantes, a nivel partidista primero, y después ya más personal. Mucha gente lo veía con recelo, algunos incluso como una amenaza y se desató una campaña de desprestigio de tal magnitud, que ocupó una parte importante del tiempo y de los ingresos de varias televisoras. Y en este caso, no puede uno dejar de preguntarse: ¿de donde vino tanto capital para esa campaña tan descomunal?

Lo preocupante, se desprende tanto de ese egreso desproporcionado de capital, y por supuesto, del número de personas que prestaron oídos a las numerosas campañas de desprestigio. La popularidad de este candidato descendió vertiginosamente y empató en las encuestas con su más cercano perseguidor y detractor. No me detendré a analizar si la campaña tuvo éxito, pues es más que evidente que así fue, pero si haré mención de lo fácil que fue manejar la opinión pública. De repente López Obrador se convirtió prácticamente en el enemigo número 1 del país. Se le pintó de numerosas formas como un peligro, como el peor ser humano, capaz de vender a su propia abuela con tal de ganar un solo voto.

Y lo peor de todo. Se le empezaron a adjudicar culpas de fenómenos sociales que ni siquiera se han perfilado de manera contundente. La manera eficaz de proyectar en este candidato todos los miedos de una sociedad por los que precisamente perpetran todos esos miedos fue contundente. La forma cobarde en la que, escudados en un anonimato infantil, se le injurió repetidamente, encontró eco en la sociedad.

No me considero pro López Obrador, es mas, ni siquiera tengo una filiación partidista, pero la manera cobarde en la que le pintaron las peores infamias de manera gratuita, amén de convencer a una nación de que era la peor elección en las elecciones dieron como resultado un cisma político donde se pudo ver lo peor de cada uno de los mejores, y como los resultados hablan por sí mismos, no considero necesario redundar en el caso.

Comenta Alulim sobre la necesidad del escepticismo en la política. Creo que no solo es necesario, sino indispensable. Un pueblo entrenado en el pensamiento crítico es un pueblo menos manipulable por las campañas de desprestigio de personas que son incapaces de proponer, y en lugar de ello, solo se dedican a destruir. No quiero un presidente como Calderón, por ser de esa calaña.

Quiero un presidente propositito.

Y Calderón me acaba de demostrar que nunca llenará ese nicho.

Como dijo alguien, en alguna ocasión: “la violencia es el último recurso del incompetente, y hay muchos tipos de violencia.

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