sábado, junio 24, 2006

¿Medicina convencional?

Hace ya varios días que notaba un malestar que apenas se asomaba por el umbral de mis sentidos. Era un malestar apenas perceptible, pero persistente, de manera que decidí acudir al doctor. De todas formas, ya tenía un tiempo que no iba así que decidí pagarle una visita.

El doctor me recomendó un tratamiento contra la colitis nerviosa que erradicará por completo esta molestia que desde hace tiempo me ha estado haciendo la vida menos interesante. algo caro, pues un tratamiento para 15 días sale en $503.00 pesos y algunos centavos (que graciosamente decidí donar para cantando por un sueño, o computadoras para un sueño, o como se llame esa chorrada de promoción )

Cual no sería mi sorpresa, cuando después de un chequeo general, el doctor me avisa, con semblante grave:

-Tenemos la presión alta ¿eh?
-Doctor, en mí no me extraña pues fumo y le entro con fé a la sal, ¿pero usted?
-Estoy generalizando, en verdad que tienes la presión muy elevada.
-Y luego hay quienes dudan que pertenezco a la “alta”
-Está bien que se tome la vida con humor, pero no es suficiente. Necesitas menos grasas, menos sal, menos cigarr..
-¿No podríamos negociar lo de los cigarritos? :)
-…se de antemano que no dejarás de fumar a la primera, pero puedes ir bajando la cantidad consumida al día. ¿Cuantos cigarros te fumas al día?
-No sé, en la escuela solo aprendí a contar hasta 100,,,
-¡Pues hay que fumar menos!! tu salud está de por medio. La hipertensión arterial es el asesino silencioso.
-No me quiera vender ahora un Manómetro Cítizen, ¿verdad?
-Necesitamos hacer más ejercicio, consumir menos grasas... igual con la sal, al cigarro, con un par de cigarros que fumes menos a la semana estarás mejor cada vez más. Tendrás que tomar un medicamento que controlará tu presión arterial. Tu calidad de vida mejorará conforme te adaptes al tratamiento…
-¿Me subirán el sueldo?
-Deja me tomo la presión yo también. No tomé en cuenta que venías hoy a consulta :S

Si fuese una persona que presta atención a lo que dicen las personas bienintencionadas e ignorantes, sin una educación y práctica del pensamiento crítico, habría hecho caso a alguno de los miles de tratamientos para la colitis que recomiendan las personas con nula preparación médica. No soy doctor, desconozco como funciona mi cuerpo interiormente, en los aspectos más técnicos por supuesto. Ignoro qué farmacopea ingerir en determinados casos. Soy un completo ignorante en la posología que se pueda derivar de cada compuesto o preparado alópata. De manera que si me duele algo, prefiero mil veces acudir al doctor, ellos sí que están preparados para recetarme. Si hubiese hecho caso y hubiese ingerido una de las miles de pociones que los amigos o la gente bien intencionada recomienda para tal o cual molestia, lo más probable es que la colitis habría cedido naturalmente, o quizás por efecto de alguno de los insidiosos preparados que me recomendaron: Jugo de zanahoria con sábila, con aloe vera, tabaco molido en huevo con aguacate, untado en la planta del pie, ramas de pirul bendito, chiquiadores (sepa la ingada lo que sean) ungüentos mágicos del hermano sol, rezos a la siempre inmaculada virgen del perpetuo socorro, o clemente, o piadosa, dulce virgen ampárame en tu seno, o invitame a tu cena,,, Ajos untados con mejorana, homeopatía, dianética y toda esa sarta de estupideces que en lugar de prestar un servicio real para mejorar la calidad de vida de una persona significan un riesgo importante para la salud.

Si hubiese hecho caso de ello, en lugar de ir al doctor para una revisión, no me habría enterado que padezco de HTA, lo que significa un verdadero riesgo para mi salud. Y no se limita únicamente al cansancio crónico, sino que puede evolucionar hasta derivarse en una complicación severa como un infarto de miocardio o una hemorragia o trombosis cerebral. El riñón también sufre las consecuencias de la hipertensión arterial y entre los pacientes hipertensos se produce insuficiencia renal con mas frecuencia que entre los pacientes normotensos. Los pequeños vasos del fondo del ojo (que se miran con el oftalmoscopio), también se ven amenazados por la hipertensión, su rotura produce hemorragia llegándose incluso a la pérdida de la visión.

Si, en lugar de ir al doctor, hubiese hecho lo otro, atenerme a una recomendación de un tratamiento casero, quién sabe cuanto tiempo me habría tomado enterarme de que era hipertenso. Quizás, es más, ni me habría enterado. Quizás, un día, simplemente habría dejado de escribir aquí.

Indudablemente, ir a un doctor calificado, no con un charlatán homeópata, o con tratamientos que más parecen recetas brujiles, es la mejor opción.

jueves, junio 01, 2006

Brujeria en el mundial

Es el encabezado de un periódico que leí hoy en la mañana, camino al trabajo.

La brujería goza de mucha aceptación por parte de una población sumida en la determinadas necesidades. Es el vehículo más inmediato para obtener lo deseado sin la más mínima inversión de esfuerzo fuera de los cánticos ceremoniales y los rituales característicos de estas prácticas arcanas diseñadas para suplir la carencia de respuesta por parte de un ente supernatural. Se pide a dios que cumpla una petición, un capricho o una necesidad, no es concedido por parte del papa celestial de manera que algunos buscar una alternativa propia, y la respuesta siempre va ligada al pensamiento mágico. Nunca al aspecto práctico más seguro.

¿Quiero encontrar trabajo? tengo dos alternativas:

1.- Salgo a la calle, busco en tabloides ofertas de trabajo o visito directamente a las empresas o negocios que supondrían mi alternativa de desarrollo profesional.

2.- Pido a un santo, a dios o a cualquier mecanismo alternativo que me conceda trabajo.

La primera opción, además de ser la más razonable, es más segura. Denota la persona con verdaderas ganas de encontrar un empleo movido por una necesidad del tipo que sea. La segunda opción no solo es más cómoda al promover en cierta forma la holgazanería, sino que de no cumplirse las expectativas, algunas personas achacan a algún misterioso fin cósmico el no encontrar trabajo, en lugar de adoptar la responsabilidad propia, y piensan: "No es mi momento para trabajar" o cualquier pretexto que se les ocurra.

Sumergidos en esa forma de ver la vida, muchas personas practican todo tipo de rituales diseñados para perder el tiempo, otros piensan honestamente que las prácticas mágicas les otorgaran el cumplimiento de sus sueños, los cuales en numerosas ocasiones suelen ser de una frivolidad que espanta: que gane el América el torneo de liguilla, tener el talento suficiente para escribir tan bien como Dan Brown (uno de los deseos más realizables a mi parecer, cualquiera con dos dedos de frente puede escribir mil veces mejor que ese señor) o algunos que normalmente dependerían del talento propio o del esfuerzo pero adquiridos sin "esfuerzo": que me suban el sueldo, obtener un ascenso, aprobar el examen, que tal o cual persona se convierta en mi pareja, o poder acostarme con ella, y un innumerable etcétera.

Pero el pensamiento mágico tiene dos extremos, la brujería por ejemplo, es una de esas prácticas que gozan a su vez de un mecanismo incorporado que puede producir precisamente los resultados esperados. Una persona que practica rituales para hacer "daño" mediante prácticas nigromantes, y la víctima, que por sugestión puede empezar a experimentar precisamente los síntomas que se pueden esperar como resultado.

Y reitero, no como resultado de la práctica brujeril se obtienen esos resultados. Una persona que de importancia a la brujería, al enterarse que es objeto de un ritual de esas características, por el miedo imbuido en ella a lo largo de incontables años de superstición, extrema credulidad, y acondicionamiento en la idea de que existe un mundo paralelo regido por espíritus del mal, maquiavélicamente empecinados en hacer que a Rocío o a Pilar le salgan barros en la cara, experimentará todo tipo de males, creados por sus propios miedos, una mente fácilmente sugestionable, y eso es un círculo vicioso, pues otros, al ver el resultado de la brujería en cuestión, quedarán aun más convencidos de que la brujería, la adivinación, la videncia y demás estupideces de ese tipo son realmente efectivas.

Y convencerá aun más a muchos, que esos rituales son efectivos también para conseguir la tan ansiada copa mundial de fútbol.

Durante una de las actuaciones del equipo mexicano de fútbol, el siglo pasado, se enfrentaron a Haití con nefastos resultados. Los mexicanos, indignados, achacaron la derrota al Vudú que los chamanes Haitianos practicaron en contra de nuestra selección, en lugar de aceptar que perdieron por el pobre planteamiento táctico del equipo, y si, también por la superstición que inundó a la selección al enfrentarse a un combinado proveniente de un país con fama mundial en la práctica de diversas formas de magia negra, superstición que prácticamente les convenció que su papel en ese encuentro estaba predestinado a la derrota.

Patética excusa para achacar a factores externos las culpas propias.

Y no me cabe la menor duda, de que otra forma de excusa se presentará en este próximo mundial, si nuestro seleccionado nacional va con la mentalidad de siempre, y no superan los octavos de final. No soy una persona que disfrute del fútbol, de hecho, me parece un estupendo deporte para practicar, pero no para ver por televisor. No me considero especialmente culto en ese rubro, pero eso no me ciega ante lo evidente. Que un equipo que va con mentalidad conformista, jamás superará ese estancamiento ideológico que les impide jugar a todo su potencial. El mismo potencial de cualquier equipo del mundo.

Lo único que puede aportar la brujería en este caso, es quizás un falso sentimiento de protección o un manto ante el cual chupar un dedo. Ya que dios no me da la copa, la trataré de conseguir por otros medios, pero jamás por mis propios medios.

Triste, en verdad.

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