La transfusion en tiempos de Ira

Hoy en la mañana, fui visitado por un grupo de personas que promueven el intercambio mutuo de credulidad, fanatismo e ignorancia. Me refiero a los testigos de Jehová. Después del saludo propio de esas escenas, me invitaron a leer la biblia ® para ser testigo de la gloria del creador.

Como verdaderamente hoy no tenía ganas de discutir, me limité a decirles de la manera más educada y atenta posible:

-Me perdonarán, pero hoy no tengo tiempo de atenderles. Tengo que salir con urgencia para donar sangre. (fue lo primero que se me ocurrió, ¡lo juro!)

La cara de estas mujeres fue interesantísima. Una de ellas me miró con evidente desaprobación mientras la otra trató de convencerme de lo contrario, arguyendo que cometería Pecado™ y que podría acarrear sobre mi la Ira del Señor © La diferencia en esta ocasión, es que venía con ellas un individuo con apariencia de patricio que daba la impresión de acompañarles en caso de encontrarse con un potencial cliente “difícil” Dicho sea de paso, en cuanto hice mención a la donación de sangre, reaccionó como hubiese reaccionado Silvestre I si le hablase sobre la falacia de la Donación de Constantino.

- Usted no sabe lo que está diciendo sentenció el individuo.
- Lo sé perfectamente, mi estimado desconocido. Voy a donar sangre para salvar una vida.
- Pero lo que pretende hacer está prohibido por el mismo Jehová. No debería exponerse usted ni al enfermo de esa manera.
- ¿Exponerme a qué?
- Puede contraer una enfermedad. Puede infectarse usted mismo de SIDA u otra calamidad. Está escrito que la sangre es vida, y que cada vida es sagrada. Derrochar su fuente de vida le cerrará las puertas de la salvación, pues tan malo es derrochar su líquido vital, como cometer suicidio…

Para este momento, se despertó mi gusto por la discusión. Ya me imaginaba los argumentos que lanzaría en mi contra el venerable anciano. Continuó con su perorata:

- Dios expresamente prohíbe en Hechos 15:28 las transfusiones. Recuerde que la salvación no es algo que se gana por un mero acto, es algo que se otorga por medio de la obediencia a sus leyes.
- Y dios también ve con agrado el sacrificio por el prójimo. ¿Acaso no es una forma de sacrificio donar parte de la vida propia a un extraño por mero altruismo?
- El sacrificio es visto con beneplácito por Dios, pero incluso para el sacrificio desinteresado hay leyes, las cuales deben ser observadas escrupulosamente.
- Leyes, por cierto, que no fueron establecidas por su dios, estimado extraño, sino por los jerarcas de la watch tower. La interpretación de un texto antiguo es la base sobre la cual fundamentan todas sus creencias, y es una interpretación literal de un texto que no ha superado la prueba del tiempo.
- La Biblia ® es inequívoca. En ella está vertida la sabiduría del creador.
- ¿Como cuando afirma que hay insectos de 4 patas? ¿O como cuando nos comenta que los murciélagos son aves? Señor, si nos ponemos a analizar muchas de las cosas que se dicen en la Biblia ® encontraremos que numerosos de los textos ahí presentes no resisten el escrutinio más superficial. Pero para poder encontrarlos, hay que leer con atención el texto, y no interpretar al propio gusto o necesidad lo ahí escrito. ¿Considera lógico que un dios de bondad, haya aniquilado toda vida de dos ciudades como Sodoma y Gomorra solo por puro gusto, o para demostrar que es solo un hampón abusivo?
- No le permito que hable así del creador. Usted está jugando con su propia salvación, y eso no se debe tomar a la ligera. ¡Respete para ser respetado!
- Entonces le sugiero que empiece por respetar a mi persona, estimado desconocido. Usted vino aquí, sin invitación, a buscar una filiación no requerida a su grupo religioso, sin importarle un bledo la religión que pueda o no practicarse en este domicilio.

Para este momento, las señoras no sabían ni que decir, ni donde meter la cara. La expresión del hombre tenía un estupendo tinte bermellón. No obstante, regresó al ataque:

- La donación de sangre es peligrosa. Muchas personas han muerto por recibir transfusiones.
- La incompatibilidad entre tipos de sangre ha sido más que documentada y superada. Actualmente prácticamente no existen las muertes por incompatibilidad. Y no ha habido desde hace muchos años. El argumento de que mucha gente muere por causas de las transfusiones es totalmente falso. Y quienes se apoyan en ello perpetúan la falsedad.
- Eso no es cierto. Todos tenemos un tipo de sangre única. Es como las huellas dactilares. No hay huellas que se repitan.
- Entonces, debo suponer que los tipos de sangre, bien tipificados e identificados son un invento de los malvados doctores ¿no? ¿Sabe lo que es un antígeno? ¿El factor RH? O ¿habla solo repitiendo lo que le han enseñado como relevación de una autoridad?
- La vida está en la sangre. Si una persona muere por pérdida de sangre no se diferencia de alguien quien muere en su cama por una larga enfermedad o por cualquier otra forma de muerte. Solo Dios tiene potestad para decidir quien muere y quien no muere.
- Y supongo, de acuerdo a lo que dice, que dios es totalmente incapaz de ir en contra de los terribles doctores que salvan la vida de una persona que perdió sangre. ¿No es así? ¿Qué clase de ser todopoderoso es, que decide quien debe morir, y un simple ser humano, sin más poder que el de su profesión le contradice y mediante sus actos prolonga la vida de esa persona destinada a morir en un momento determinado por mandato divino?
- Los caminos del señor son inescrutables.
- Entonces, ¿por qué se oponen a las transfusiones si de todas maneras, quien tiene que morir morirá con transfusión o sin ella?
- Porque está en nuestra decisión acatar las órdenes de Jehová. Y el expresamente dice que “os abstengáis de las carnes consagradas a los ídolos, de la sangre, de lo estrangulado y de la fornicación. Preservándoos de estas cosas obraréis rectamente. Conservaos bien.”
- ¿Donde está entonces el tan mencionado libre albedrío? Si dios impone esta idea, no deja margen alguno para que obremos como mejor nos parezca. Una persona que puede salvar la vida de un hijo por medio de una simple transfusión de sangre, pero por una creencia impuesta por otros se niega a hacerlo, está cometiendo en cierta forma ese asesinato.
- Solo Dios decide quien vive y quien muere.
- Entonces, ¿por qué no creó la vida de manera tal que las transfusiones fueran del todo imposibles?
- Porque de esta manera nos prueba para poder detectar al fiel del infiel.
- Pensé que su dios podía leer en los corazones de sus fieles. Si necesita de trucos de feria tan baratos como este, entonces es un dios bastante chapucero.
- ¿Quienes somos para juzgar lo que Dios considera propio e impropio?
- Los mismos que podemos cuestionarnos si eso realmente era lo que quería o no su dios por principio de cuentas. Si creó el universo de tal forma que pueda ser develado por la ciencia, era porque escondió el conocimiento para que este fuera encontrado eventualmente. Esto habla de una gradual evolución del conocimiento. Es el árbol del conocimiento puesto a nuestra disposición, pero en raciones homeopáticas. Un universo así entra más en concordancia con un dios que establece las condiciones para que el conocimiento sea adquirido con esfuerzo, y disciplina. Por otro lado, un dios que prohíbe el desarrollo del conocimiento pero establece al mismo tiempo las normas para que este sea descubierto, se aproxima más a la idea de un dios malicioso, que desea la perdición de su propia creación.

Para este momento, el pobre hombre ya tenía en su semblante un enfermizo tono verde aguamarina. Decidió retirarse pues todavía tenía que visitar más personas que necesitaran del aliento divino de la palabra de Jehová. Ignoro aun, a la fecha, si algunos son más merecedores de la salvación eterna determinado por la aceptación ciega de las ideas más medievales y retrógradas que un ser humano creó en algún momento de ocio, o peor aun, porque era un sádico sin escrúpulos.

Por mi parte, de cualquier manera no puedo donar sangre. En mi niñez padecí de Hepatitis :)