El día que la tierra se oscureció
Hace once años, este día marcó un cambio en todos nosotros. Hace once años murió ese gran hombre, de nombre Carl Sagan.
No puedo ni empezar a enumerar los cambios que significó en mí conocerle primero, seguiré después, libro a libro, y enterarme posteriormente de su muerte. Fue un día que quedará grabado para siempre en mi memoria.
Sagan había significado para mi, desde la primera vez que le vi en la TV en su serie "Cosmos" todo lo que siempre me había gustado ser. Desde pequeño me atrajo el universo y su contemplación. Había pensado seriamente en convertirme en astrónomo de carrera, pero mi padre cambio mi manera de pensar. Solo me preguntó: ¿de qué vivirás? (advierto cierto paralelismo en un comentario que le hizo su propio abuelo a Sagan sobre este mismo tópico, por lo que se puede observar cierto prejuicio o desconocimiento de las disciplinas científicas en la población general). En la actualidad solo practico la astronomía como pasatiempo, pues nunca desapareció de mí esa curiosidad, ese gusto por observar el cielo moteado de estrellas, cada vez más difícil en nuestro entorno, con tanta polución, lumínica o atmosférica. Pero disfruto del ocasional viaje al campo, donde hay poca iluminación, y sentarme a observar el cielo nocturno. Todo un verdadero espectáculo digno de ser admirado una y otra y otra vez.
Pero la influencia del Sr. Sagan en mi vida no se limitaría solo a eso. Gracias a él, es que me enteré de algo que se llamaba "pensamiento escéptico". En todos sus libros podía advertir ese tinte crítico que debería existir en todos nosotros. Es muy fácil autoengañarnos con promesas o expectativas de una mejor vida post mortem, o de misterios en nuestra vida cotidiana, los mismos que alejan la monotonía de una vida común y silvestre. Creo que escencialmente esa es la razón por la que tantas disciplinas metafísicocharlatanescas prevalecen en nuestra sociedad. Creo que resulta una veta muy socorrida por quienes sienten que quieren evadirse de una realidad sofocante, y por eso abrazan con tanto fervor las creencias espurias en ovnis, fantasmas, pirámides, monstruos, hadas, duendes y la inteligencia de Adal Ramones.
Todo ello perteneciente a un mundo paralelo que solo existe en las mentes de los demás.
En fin. Que ese nefasto día, hace once años, la luz en nuestro mundo se opacó considerablemente, para beneplácito de todo aquel que comercie con la ignorancia colectiva.
Solo espero, que ese fenómeno sea temporal.
4 Comentarios:
Y desde entonces creacionistas y marcianolocos han destrozado su memoria haciendo locas afirmaciones sobre lo que confesó antes de morir!!! Lo bueno es que su legado es lo suficientemente fuerte para soportar esas y otras ocurrencias más.
Cuando vi "Cosmos" en la tele podría decirse que fue una de las cosas que me cambió para siempre. Aunque nunca me dio por estudiar una carrera científica, desde que leí el libro he sido un ferviente lector de divulgación y, por supuesto, hizo de mi un escéptico. Buena entrada, saludos.
Así es. Muchos son los que incluso han afirmado que en su lecho de muerte renegó de sus posturas, abrazó la existencia del dios de los ejércitos y confesó que sabía que estabamos invadidos por ET's.
Afortunadamente Ann Druyan, su esposa, hizo público un texto donde comenta que todo eso es mentira. Que a pesar de que en esos momentos puede perdonársele a cualquier persona un desvarío, el Sr. Sagan no lo sufrío (Sagan nunca fue una persona cualquiera).
Y sí, fue también "Cosmos" me sucedió lo mismo. Cambió mi perspectiva del mundo de una manera radical. Como comentas, Lacerta, ese fue el punto que cambió mi vida y me hizo "despiertar"
Gracias por la visita
Yo siempre repito esa frase de Platon:
...doy gracias a los dioses, por haberme permitido nacer en el siglo de Sagan''
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