jueves, diciembre 21, 2006

No se si alegrarme o llorar

Un año se aproxima a su fin

Por supuesto, no estoy diciendo nada nuevo. Ni diría nada nuevo cuando afirmo que este año, las pseudociencias camparon a sus anchas. Un año de conflictos entre la superstición y la razón, donde los que atacan toda lógica y todo espíritu crítico se sintieron amenazados al ser expuestos ante los demás tal y como son, y en tratando de acallar a sus críticos son capaces de incurrir en el ridículo más risible por medio de la amenaza y la demanda civil, confundiéndola de paso con una demanda judicial. No obstante esto, y como justicia poética perdieron creyéndose víctimas de una de las tantas conspiraciones que ven por todas partes, hasta cuando comen sopa de letras (!que me han escondido la "B" de Belmez!)

Un año más donde el integrismo fundamentalista de los creacionistas se ha extendido cual virus nauseabundo al sistema educativo (Ya llevan tiempo en ello) manchando las casas de estudio y el sentido común con creencias espurias impuestas para sus propios fines. Si quieren creer que un dios creó el universo y la tierra para lograr sus propios fines más fácilmente, es problema de ellos. Pero... !no me entrometan entre sus propios fines! Si desean quedarse estancados en la edad media, inundando todo con el limo producto de su propia ignorancia, tan solo ¡no embarren!

Estos señores, que pretenden oriental al resto del mundo para que piensen como ellos, y mediante ese mecanismo tan rudimentario reforzar sus propias fallas de carácter (llamadas por algunos "creencias") pretenden hacer esto movidos por el altruismo más noble, aunque tengan que matar para ello. Suena, a mis oídos, como "el camino al corazón de un hombre atraviesa su pecho"

Un año de caballos voladores, y del déficit en la credibilidad (¿les quedaba algo?) de varios charlatanes (Maussanes, Trejos, Amoros, Mercados y cardeñosas) no obstante lo cual aun hay gente que les cree. A pesar de las muchas muestras de abandono intelectual, todavía hay millones de personas que se consideran sus "fieles" y que inundan cual trolls los Sancta Sanctorum del conocimiento y espíritu crítico (blogs de la red escéptica, para variar ;) repartiendo la podredumbre con que les han llenado el cerebro al mantener "la mente abierta"

Año en que el peligro de que prácticas falsarias, pseudocientíficas, encuentren un foro de difusión "serio" como la homeopatía en las universidades, intentando cubrirse de la patina de respetabilidad que tales casas de estudio puede conferirles... algo que tanto anhelan, y tanto necesitan, pues un médico homeópata que requiera de un título en cualquier otra rama de la medicina, para darle justificación a su práctica chapucera y retrógrada, no vale nada, ni valdrá sin el apoyo de un título alterno en medicina "Alópata" (ironías que tiene la vida). ¡Confiecen!El título de homeópata no sirve para un pimiento (ni dinamizándolo), y tan es así, que requieren de titularse como "médicos cirujanos" para poder ejercer.

Un año divertido, sin lugar a dudas.

Los que seguimos de cerca el juicio a Cavanilles pudimos primero leer, no prestando crédito a nuestros ojos, a un Cardeñosa hablar de los pormenores del juicio, y de como jugaba a profeta. ¡Muchacho! con esas facultades proféticas, ¡ahora entiendo por qué nadie te cree! Las largas horas de comedia involuntaria de este señor hizo las delicias de chicos y grandes. Pero ya aburre, ya no es novedad. Ahora tendrás que buscarte otro escándalo para estar en boca de todos. Para vender mas libritos, y para engrosar tu "karma, darma, chakras o chanclas"

En fin, si no fuera tan peligroso, el circo paranormal sería la leche de divertido.

Veremos qué nos depara este año que viene.

Desgraciadamente, estoy seguro que se encontrarán audaces y novedosas formas de esquilmar al prójimo, que solo para eso tienen talento los magufos. Que si saliera una ley para no explotar la ingenuidad de la población... ¡estos señores se morirían de hambre!

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